El Movimiento de Reforma Universitaria, es un referente político amplio, pluralista, democrático, independiente y unitario, con vocación de discusión y acción desde la Universidad Católica de Chile, tendiente al fortalecimiento del movimiento estudiantil, para desde éste y en conjunto con todas las fuerzas sociales avanzar en la construcción de un país distinto, bajo los ideales socialistas y libertarios encarnados en una historia de lucha de la cual nos sentimos herederos.

Es Amplio, porque es una instancia abierta a la participación de todas y todos aquellos que busquen un espacio para la construcción de izquierda en la UC. Es Pluralista, porque no reconoce ninguna de las diversas vertientes ideológicas de las izquierdas como hegemónica en el pensamiento y la acción política del MRU. Es Democrático, porque sus decisiones son tomadas de manera horizontal por todos sus integrantes, sin más norte que el avance y fortalecimiento del movimiento estudiantil y social, sin trabas de jerarquías, cargos partidarios, políticos o sociales. Es Autónomo, porque no responde orgánicamente a ningún partido ni organización política mayor. Acoge en su seno diversas visiones, y construye en su propia reflexión y acción, un proyecto alternativo de cambio y transformación. Es Unitario, porque busca la unidad en la acción de las distintas fuerzas de la izquierda presentes en la Universidad, promoviendo el debate y el trabajo en conjunto de las izquierdas en la mayor cantidad de temáticas. Es Democratizador, porque entiende la acción en el espacio Universitario como expresión de la búsqueda de un solo fin: Democratizar la sociedad. Esto se traduce en 3 ejes de acción:

Democratización Política.

Democratización Económica.

Democratización del Conocimiento.

A partir de estas definiciones el MRU busca la generación de espacios que posibiliten una reflexión seria y permanente respecto a la construcción de una sociedad justa. Esta reflexión sólo es posible generarla en la praxis, en el trabajo cotidiano, en la discusión-acción de la izquierda organizada.

Es por ello que estudiantes provenientes de diversas tradiciones políticas, como también muchos que no se reconocen en ninguna de las estructuras políticas existentes en la actualidad, hemos generado este espacio amplio que se instala en la vida universitaria como una orgánica que asume el desafío de avanzar en las necesidades de organizarse y de asumir la crítica y la reflexión como única herramienta para hacer crecer a la izquierda y con ello abrir las puertas hacia un futuro mejor para nuestro país.

Además, reconocemos como propios los siguientes rasgos distintivos:

* Somos socialistas porque tenemos la convicción de que una sociedad de personas, justa, igualitaria donde imperen la libertad y la solidaridad; donde todos sus integrantes participen en forma realmente democrática, es la concreción de la liberación integral del ser humano.

* Somos una organización popular porque nuestro máximo desarrollo se construye sobre la base de los intereses y de la participación del pueblo, de los excluidos por la sociedad.

* Somos revolucionarios porque entendemos que para el logro de nuestros objetivos debemos romper con las estructuras de dominación, debemos luchar contra un sistema económico-político-social y cultural neoliberal, impuesto primero por la fuerza de una dictadura cruel y sanguinaria; y luego por gobiernos formalmente democráticos, ambiguos y temerosos del poder de la casta militar y del poder económico de nuestro país.

Finalmente, reconocemos los siguientes como los principales desafíos de nuestro quehacer político, desde la esfera universitaria hacia el país:

1. La articulación de todos los grupos que en el desarrollo de sus identidades han elegido caminos alternativos y de construcción de base.

2. Colocar la autonomía de grupos y personas como una visión utópica de igualdad y horizontalidad en las relaciones al interior de la sociedad que aspiramos construir.

3. Politizar las demandas específicas de cada grupo para lograr el desarrollo de capacidades de cambio social.

4. Levantar una gran alianza para enfrentar los desafíos políticos y sociales venideros donde la presencia de la diversidad hagan imposible la cooptación y la represión selectiva.

5. Devolver el poder a los estudiantes a nivel de base. De tal forma, asumimos como tarea esencial la lucha por el poder político para entregarlo a la soberanía popular, desde donde se encuentra usurpado, buscando una democracia más participativa y directa.

6. Adquirir la capacidad política que nos permita ser protagonistas impulsores de la reforma de las estructuras universitarias, en ejes los democratizadores ya mencionados.

7. Entender y practicar la movilización social como instrumento de construcción, de articulación y de presión contra la institucionalidad imperante.