Vigilancia en la PUC: La vuelta Arcaica de antiguos métodos de vigilancia
Publicado el martes, mayo 23, 2006 por MRU | Movimiento de Reforma Universitaria UC | E-mail this post
Hernán Labbé
Vicepresidente Centro de Estudiantes de Letras
Movimiento de Reforma Universitaria UC - MRU
"En el campamento perfecto todo el poder se ejercería por el único juego de una vigilancia exacta, y cada mirada sería una pieza en el fundamento global del poder."(1)
A finales del siglo XVIII un inglés llamado Jeremy Betham propuso un novedoso diseño penitenciario llamado "Panopticón". Éste consiste en un método de control que recae en la conciencia abstracta del individuo "observado". Un solo guardia puede vigilar muchos prisioneros, mientras el guardia no puede ser visto. Este sistema obliga a los reclusos a actuar como si estuviesen siendo constantemente vigilados y la incertidumbre se mantiene constantemente.
En vista de esto, Bentham instaura el principio de que el poder debe ser visible y no verificable. Visible, en cuanto el interno tendrá constantemente antes de sus ojos el contorno alto de aquellos mecanismos que lo espían. No verificable, ya que el interno no debe saber, en ningún momento, que está siendo vigilado, pero debe estar seguro que lo están mirando algún momento.
Hoy en día, nuestra universidad se jacta de los modernos equipos de vigilancia que nos mantienen a todos seguros de peligros del mundo exterior, un reforzamiento para no reventar la burbuja en la cual estamos sumidos. Sin embargo, este método de control que ofrece la Católica no es nuevo y, de hecho, coincide de una manera incluso sospechosa, con el concepto de aquella cárcel redonda.
Esta tendencia representa el oscuro calabozo de la pre-modernidad que ha sido reemplazada por la moderna prisión brillante, aquella que controla a sus mismos integrantes, a los que la componen: nosotros mismos, los estudiantes. Es a través de esta óptica de vigilancia, que la sociedad moderna -Pontificia incluida- ejercita sus sistemas de control de poder y conocimiento. Todo esto mientras, apoyados por pomposos equipos de última generación más una horda de guardias sub-contratados ejercen la vigilancia y la represión.
Esto se ve de manifiesto en la selección arbitraria de los permisos de espacios públicos, aquéllos que, en cierta medida, escapan aún al incesante control represivo, aquéllos que aún pueden ser ocupados por el estudiantado para fines que perturban a las altas cúpulas de poder universitarias. Todo está conectado mediante la vigilancia -deliberada o no- de unos seres humanos por otros, en busca de la 'normalización'
Todo esto dota de validación al uso de los espacios públicos por nosotros, actores de esta "universia", gestores de los cambios que deben utilizar las herramientas eficaces y, por ende, las prohibidas. El espacio público y su uso es mandatario en el quehacer de un estudiantado que busca el cambio, la democratización del espacio universitario. En esta ocasión, sino en todas, la última palabra descansa en la acción estudiantil.
A finales del siglo XVIII un inglés llamado Jeremy Betham propuso un novedoso diseño penitenciario llamado "Panopticón". Éste consiste en un método de control que recae en la conciencia abstracta del individuo "observado". Un solo guardia puede vigilar muchos prisioneros, mientras el guardia no puede ser visto. Este sistema obliga a los reclusos a actuar como si estuviesen siendo constantemente vigilados y la incertidumbre se mantiene constantemente.
En vista de esto, Bentham instaura el principio de que el poder debe ser visible y no verificable. Visible, en cuanto el interno tendrá constantemente antes de sus ojos el contorno alto de aquellos mecanismos que lo espían. No verificable, ya que el interno no debe saber, en ningún momento, que está siendo vigilado, pero debe estar seguro que lo están mirando algún momento.
Hoy en día, nuestra universidad se jacta de los modernos equipos de vigilancia que nos mantienen a todos seguros de peligros del mundo exterior, un reforzamiento para no reventar la burbuja en la cual estamos sumidos. Sin embargo, este método de control que ofrece la Católica no es nuevo y, de hecho, coincide de una manera incluso sospechosa, con el concepto de aquella cárcel redonda.
Esta tendencia representa el oscuro calabozo de la pre-modernidad que ha sido reemplazada por la moderna prisión brillante, aquella que controla a sus mismos integrantes, a los que la componen: nosotros mismos, los estudiantes. Es a través de esta óptica de vigilancia, que la sociedad moderna -Pontificia incluida- ejercita sus sistemas de control de poder y conocimiento. Todo esto mientras, apoyados por pomposos equipos de última generación más una horda de guardias sub-contratados ejercen la vigilancia y la represión.
Esto se ve de manifiesto en la selección arbitraria de los permisos de espacios públicos, aquéllos que, en cierta medida, escapan aún al incesante control represivo, aquéllos que aún pueden ser ocupados por el estudiantado para fines que perturban a las altas cúpulas de poder universitarias. Todo está conectado mediante la vigilancia -deliberada o no- de unos seres humanos por otros, en busca de la 'normalización'
Todo esto dota de validación al uso de los espacios públicos por nosotros, actores de esta "universia", gestores de los cambios que deben utilizar las herramientas eficaces y, por ende, las prohibidas. El espacio público y su uso es mandatario en el quehacer de un estudiantado que busca el cambio, la democratización del espacio universitario. En esta ocasión, sino en todas, la última palabra descansa en la acción estudiantil.
____________________
(1) Surveiller et punir: Naissance de la prison. Michel Focault. 1975 p. 176.
Véase la teoría de la recta disciplina de Walhausen. L'art militaire pour l'infanterie. 1615 p. 23*
*Basado en la teoría de vigilancia y castigo de Michel Focault.
(1) Surveiller et punir: Naissance de la prison. Michel Focault. 1975 p. 176.
Véase la teoría de la recta disciplina de Walhausen. L'art militaire pour l'infanterie. 1615 p. 23*
*Basado en la teoría de vigilancia y castigo de Michel Focault.
SALUDOS A TODOS!!!!!!!
AGREGENME MI NUEVO BLOG: riscs.blogspot.com
Saludos cordiales.
Hablemos del espacio público y de la trascendencia del actuar político.
Se podría decir en una primera instancia que la apropiación del espacio en si pareciese ser una de las adicciones mas esquisitas del genero humano. Apropiación ya sea de un espacio individual o de un espacio exterior.
Está bién, el hombre consta de este no se que, el cual hace que esa apropiación, o tomada en consideracion del mundo sea distinta, pero hay una cosa que por lo menos en la cultura occidental ya parece bandera de lucha, llamese a aquella posilibidad de vomitar el propio ser, una suerte de expresionismo post modernista, a lo ente en tanto sociedad. Sin mucho analisis se aprecia aquella necesidad de expresión, tan ligada a un país que por sobre todo resivió los abates de una cinta en la boca durante mucho tiempo. Mirando solo hace algunas semanas la bandera se lanza al viento a favor de la libertad de expresión de un grupo de jovenes. Ahora digamos que esa libertad está en favor del Lugar físico en el cual poder llevar a cabo las expresiones.
Sinteticamente, todo se mete dentro de un mismo saco. Cortar las amarras que atan lo individual o la minoria.
Voy a traer a colación una vivencia de un profesor. El comentó que estando en San Joaquin presencio un choque de auto entre alumnos. LLego un periodista y le pidio que le contara, él se nego y el periodista euforico comento :" Tengo derecho a la información". entonces el profesor le dijo "Entonces Informese, pero yo no tengo el deber de entregarsela".
A lo que voy jovenes, es que esta suerte de lucha desmedida contra la posibilidad de manifestación, en si no peca de injusta. Se manda un ejercito completo solo contra la ilución de una guerra que en realidad, solo pelea unas pulgadas mas en el televisor.
Si bien es muy extremo compararlo con "petición de poder tener un microhondas mas", casi casi va por el mismo camino.
hay que luchar por la medula del asunto, no por un par de camaritas mas. Esto señores, no deja de ser politica de la inmediates, o la llamada por mi, politica estudiantil.
La accion de choque, reactiva al sistema, es una politica concepto, una politica de sustancia completa. una politica de una verdadera revolución y no solo de un cambio.